Como todo el mundo sabe, llevar adelante una pequeña empresa en la Argentina no es una tarea fácil. El empresario Pyme es un ‘pulpo’ que hace de todo, de manera omnipresente, muchas veces desbordado y sin tiempo para pensar estratégicamente.
Resulta a veces imposible ‘parar la pelota’ y dedicar un mínimo espacio mental para ordenar procesos, realizar proyecciones económicas, mejorar el clima de trabajo y desarrollar al personal, entre otras acciones que cualquier empresa necesita para crecer en forma sana. En definitiva, la inquietud es cómo realizar una gestión adecuada que permita no sólo obtener ganancias sino también, por que no, disfrutar de los logros.
Quienes hacemos IDEAVIVA llevamos más de quince años asesorando empresas de manera integral, observando que cuando se genera el espacio propicio para delimitar acciones efectivas, las empresas salen adelante.
El entorno adverso, político, económico y social, así como los propios problemas internos (familiares, relacionales), aparecen como ‘condicionantes’ y no como ‘determinantes’ cuando se analizan desde múltiples miradas. Dicho de otra manera: pensando juntos casi siempre encontramos la mejor manera posible de actuar en contextos adversos.
Estas acciones concretas se implementan semana a semana, con tiempos ágiles acordes a la era que nos toca vivir, y son monitoreadas por IDEAVIVA, desarrollando un proceso de ‘mejora continua’.
Desde ya que no todo es éxito: muchas acciones quedan en la nada y, también, algunas empresas terminan cerrando. En cualquier caso, se trata de que esas situaciones (interrumpir una acción, cerrar la empresa) sean decididas de manera consciente y premeditada, analizando todas las posibilidades, y que representen la mejor solución posible frente a los condicionantes del contexto.
Por el contrario, cuando observamos que las acciones implementadas generan un efecto positivo, y cuando la suma de esos efectos alcanzan o superan los objetivos y expectativas planteadas con los clientes, disfrutamos juntos del logro.
Dicen que un empresario exitoso es quien alguna vez fracasó y aprendió del error. En esta época de redes, compartir el conocimiento en forma colaborativa se ha convertido en un factor potenciador. Muchas cabezas piensan mejor que una. Ampliar nuestra mirada, adaptar nuestra forma de pensar, abrir canales a generar ideas superadoras y posibles. Las herramientas existen y están disponibles.