En la conferencia ‘Liderazgo adaptativo y autoridad’ realizada en 2009 en Barcelona, el conferencista Ignacio Maruri define el liderazgo como ‘un proceso de movilización de un grupo para que afronte una realidad incierta y desarrolle nuevas capacidades que le permitan asegurar su progreso y bienestar’.
Esta definición es bastante diferente a otras definiciones de liderazgo. Se centra en ‘realidades inciertas’, las cuales experimentamos hoy de manera cada vez más frecuente y plantea la necesidad de sostener la tensión, presión y/o incertidumbre para que el equipo este genere sus propios aprendizajes y respuestas.
En situaciones nuevas el líder no tiene todas las respuestas. Entonces, la capacidad la tiene que desarrollar el grupo.
‘Sólo si mantenemos el desequilibrio durante un tiempo suficiente, es decir, si no nos libramos del problema y seguimos con nuestra vida diaria, empezaremos a desarrollar capacidades que nos permitan afrontar el problema’.
‘El desequilibrio nos lleva a la creatividad, a la innovación, mientras que el equilibrio nos hace mantenernos en donde estamos. Sin desequilibrio no hay innovación’, sostiene Maruri.
Esto dentro de ciertos umbrales de tolerancia que no dejen al grupo inerte ni tampoco lo excedan y hagan que estalle o se desborde.
La imagen de una olla a presión es adecuada para graficar este planteo. El líder en estos casos debe crear el entorno seguro (‘cocinar’ con las herramientas adecuadas, donde el riesgo este contenido), regular la presión (la justa y necesaria para que la comida se cocine pero no se ‘queme’) y dar sentido a la situación (entender por qué y para qué estamos ‘cocinando’ bajo presión).
Maruri diferencia ‘retos técnicos’ de ‘retos adaptativos’. Los primeros son respuestas a problemas medianamente conocidos, que no requieren más que pensar las acciones o estrategias más adecuadas. Los segundos implican revisar supuestos para ver si no tenemos que cambiar nuestra forma de ver la situación cuando las viejas respuestas no sirven. La imagen de la olla a presión está alineada con los retos adaptativos.
Como ejemplo muy cercano sólo tenemos que mirar los cambios que trajo consigo la pandemia de COVID19 y los movimientos mentales y prácticos que personas y organizaciones tuvimos que implementar para adaptarnos a la ‘nueva normalidad’.
Interesante para reflexionar, cierto?
Esto es parte del contenido que trabajamos hoy en el Módulo 3 de la 4ta edición de ‘Leading into the future’ con 40 managers globales de JAS Worldwide, donde pudimos llevarnos reflexiones y acciones concretas acerca de cómo liderar a nuestros equipos en tiempos de trabajo remoto y cambio permanente.